"FIDEICOMETAS" Macri y su Obra publica

Martin Hourest, opinó en Critica de la Argentina, lo transcribo porque es brillante:

"Escuelas y hospitales sin control, obras públicas no fiscalizadas, subtes manejados sin explicaciones y espacio urbano diseñado a capricho de especuladores de mercado es lo que tiene para ofrecernos Macri con sus fideicomisos gemelos a los de los Kirchner en la Nación.Un aire de familia de menosprecio al Poder Legislativo, ausencia de mecanismos de participación y control social, cooptación o limitación del sistema de auditoría del Estado define esta situación de democracia delegativa y buenos negocios para pocos.Se pretende hacernos creer que los déficit de infraestructura pública y las desigualdades se solucionan con un Estado que anula el riesgo empresario, provee subsidios generosos y concede redeterminaciones de precios a gusto de los contratistas. Vieja lógica conservadora del “obras son amores”, ahora remozada en la intención de que el hormigón mate a la política como aspiración de participación, justicia y libertad.Vamos a quedarnos así con una autonomía sin territorio y una democracia sin contenido en la Ciudad de Buenos Aires.Veamos, el 10% más caro del territorio porteño (el Puerto, la zona de Retiro, el cinturón costero) está gobernado por acuerdos de negocios entre De Vido, Macri y los emprendedores inmobiliarios.El 30% de la Ciudad donde vive el 80% de los pobres e indigentes está bajo control de la Corporación del Sur, que reporta sólo al jefe de Gobierno, no da explicaciones a la Legislatura y reparte sueldos “creadores de consenso” en el sistema político.Ahora, el 7% de la recaudación de ingresos brutos y el 50% de las patentes (aproximadamente el 40% del total de obra pública) quedarán rehenes de los fideicomisos, así como eventuales créditos internacionales o los bienes de la Ciudad en lo que Macri determine.Este régimen que busca apropiarse de lo que ya hay y generar espacios de ganancia nuevos no lo determinará la Legislatura sino un Fondo General, que se redistribuirá en subfondos y se perfeccionará en el contrato cuya autoridad de aplicación recaerá exclusivamente en el Ejecutivo. Tomala vos, dámela a mí.Se hace esto incentivando la participación de bancos privados y excluyendo a la banca pública, regulando todo bajo el derecho privado y estableciendo criterios de arbitraje y renuncia de soberanía que habrían hecho empalidecer al propio Menem.“Fideiocometas” a treinta años sitúan a la Ciudad (su tierra, sus edificios, su justicia, su infraestructura) bajo el gobierno de los contratistas.Los problemas mayores de nuestra ciudad son el aumento de las desigualdades y el achicamiento de la capacidad de decidir por nosotros mismos; por eso decimos: así no, nunca."